Las Inteligencias Múltiples

otra

sábado, 1 de marzo de 2008

Inteligencia.

El ser humano, universalmente es reconocido como un ser racional, capaz de justificar lógica y concientemente su comportamiento. Al describir a una persona se la identifica, entre muchas otras características, por ser poseedora de una inteligencia, la cual Gardner (1993) la define como la capacidad para resolver problemas cotidianos o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas.( www.monografias.com).

Por su parte Wallon y Piaget (2004), consideran el desarrollo intelectual como la imagen de una jerarquía del saber progresivamente adquirida por el niño a través de una serie estudios. En un nivel inferior, se sitúan los comportamientos reflejos y después los comportamientos concretos, unidos a una inteligencia práctica.

En relación con la inteligencia concreta, esta es el primer nivel de la inteligencia discursiva, capaz de actuar sobre signos y símbolos; cuando esta operación se libera de la efectividad y de la acción inmediata, el niño alcanzan el estadio de la inteligencia abstracta (capacidad de distinguir las cualidades de un objeto, de comparar, de clasificar), que se ve complementado por la inteligencia conceptual (razonamiento hipotético-deductivo, recurso para una lógica formal).(Diccionario Larousse, 2004).

Es importante acotar que la inteligencia abarca un amplio campo y reconoce lo que se sabe intuitivamente. Hasta hace poco tiempo la misma se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no.

Al definir la inteligencia como una capacidad se convierte en una destreza que se puede desarrollar, de allí que todos nacen con potencialidades marcadas por la genética, pero esas potencialidades se van desarrollando de una manera o de otra dependiendo de múltiples factores como, el ambiente, la educación recibida, las experiencias vividas, entre otros.

Hasta hace muy poco se ha supuesto que la cognición humana era unitaria y que era posible describir en forma adecuada a las personas como poseedoras de una única y cuantificable inteligencia. En el año (1993) el neuropsicólogo Howard Gardner publicó su gran obra “La inteligencia múltiple”, en la cual expone que cada persona posee ocho inteligencias o habilidades cognoscitivas diferentes; cada una desarrollada de modo y a un nivel particular, producto de la dotación biológica de cada individuo, de su interacción con el entorno y de la cultura imperante en su momento histórico. La mayoría de los individuos tienen la totalidad de este espectro de inteligencias y las usan y combinan en diferentes grados de manera personal y única; así se tiene que las inteligencias se dividen en: inteligencia musical, corporal – cinestética, lingüística, lógico – matemática, espacial, interpersonal, intrapersonal y naturalista; tal como lo establece el especialista en referencia.

Las Inteligencias.


Las Ocho Inteligencias.


Gardner identificó los diferentes tipos de inteligencia basándose en diversos criterios: estudios de individuos que mostraban talentos inusuales en un determinado campo; evidencia neurológica de áreas del cerebro especializadas en ciertas capacidades (incluyendo estudios de personas con daño cerebral que afectaba a una capacidad determinada); la relevancia evolutiva de ciertas capacidades; estudios psicométricos; y una formulación teórica del área tratada para cada inteligencia propuesta.

En un principio, identificó siete inteligencias principales, añadiendo una octava en 1999 (la inteligencia naturalista) y planteó la posibilidad de que también podría existir una inteligencia existencial.

Aunque una persona puede destacar en un tipo de inteligencia por encima de los demás, esto no significa que no pueda tener también una alta inteligencia en alguno de los otros tipos o incluso en todos. En general, la mayoría de las actividades requieren el uso de varios tipos de inteligencia simultáneamente.

Los ocho tipos de inteligencia principales descritos por Gardner son los siguientes:

Inteligencia Lingüística.


Las personas con una inteligencia lingüística alta tienen una capacidad alta en el uso del lenguaje oral y escrito. Son buenos leyendo, escribiendo, contando historias y memorizando palabras y fechas. Tienden a aprender mejor leyendo, tomando notas, escuchando conferencias y mediante discusiones y debates. Tienen una alta capacidad para explicar, enseñar, hablar y persuadir. Aprenden idiomas extranjeros con facilidad, tienen una alta memoria verbal y una gran capacidad para manipular la sintaxis y estructura de las frases. Es la inteligencia de los escritores, políticos o profesores.